

Belém o el rompecabezas para albergar la COP30 en noviembre en Brasil
Modesto pero prolijo, el Hotel COP30 de Belém aún no cerró ninguna reserva para la cita de noviembre: sus dueños pretenden alquilar el edificio completo a alguna delegación extranjera, pero hasta ahora sus precios no convencieron a nadie.
A poco más de dos meses de la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático, el alto costo del hospedaje tensa la organización de un evento que recibirá a unas 50.000 personas durante 12 días en esta ciudad pobre de la Amazonía brasileña.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ideó la COP30 en Belém para dar visibilidad a la mayor selva tropical del planeta, clave contra el calentamiento global.
Los delegados podrán negociar "bajo la copa de un árbol", bromeó en 2023, cuando se anunció a Brasil como sede.
Lejos del romanticismo de Lula, la capital del estado norteño de Pará se topó de entrada con un déficit de alojamiento y luego con una disparada de precios.
Para descomprimir, Brasil programó la cumbre de jefes de Estado para el 6 y 7 de noviembre, antes de la conferencia prevista entre el 10 y el 21. Pero no bastó.
- "Nunca pasó en otras COP" -
Varios países llegaron a sugerir en julio un cambio de sede. La ONU pidió a Brasil que subsidiara los alquileres para las delegaciones. El gobierno se negó.
Por ahora 68 de los 198 países participantes pagaron sus reservas. "Nunca pasó en otras COP: normalmente todos tienen hospedaje dos o tres meses antes", dice a la AFP Marcio Astrini, secretario ejecutivo de la red ambientalista Observatorio del Clima.
En una de las coloridas y desvencijadas callecitas del centro histórico de Belém, el Hotel COP30 ofrece lugar para 40 huéspedes: aquí funcionaba un motel, hasta que en 2024 pasó a nuevos propietarios que lo reformaron y rebautizaron sin eufemismos.
"Belém nunca esperó un evento de esta magnitud y los precios se desordenaron, algunos quedaron fuera de la realidad", reconoce el gerente Alcides Moura.
Su hotel llegó a publicar tarifas diarias de casi 1.200 dólares. Un "test de mercado", según Moura, que mostró límites: hoy los cuartos no pasan de 350 dólares.
- Para lujo, Dubái -
Belém es la capital brasileña con mayor porcentaje de población viviendo en favelas, con el 57% de sus 1,4 millones de habitantes.
Para muchos propietarios, la COP30 representa una oportunidad única de obtener buenos ingresos.
Ronaldo França, un jubilado de 65 años, alquilará por primera vez su casa de fin de semana en las afueras de la ciudad, a 25 kilómetros del centro de reuniones.
Con tres habitaciones dobles y piscina, pide 370 dólares por noche. Ya fue contactado por interesados chinos.
"Yo no voy a cobrar un precio absurdo, pero el gobierno no hizo un seguimiento de los alquileres y algunos se están aprovechando demasiado", dice.
Brasil lanzó en agosto un grupo de trabajo para ayudar a los delegados a conseguir mejores condiciones.
"La oferta de camas está garantizada", asegura a la AFP el gobernador de Pará, Helder Barbalho, aunque admite que aún se necesita "combatir los abusos".
Algunas delegaciones piden habitaciones individuales para todos sus miembros.
"Quien buscaba lujo tuvo la oportunidad de ir a la COP28 en Dubái, quien quiera vivir la experiencia de Amazonía tendrá la oportunidad de conocer Belém", dice Barbalho.
Con infraestructura limitada, la ciudad recibió por la COP más de 700 millones de dólares en inversiones para obras públicas, entre ellas el Parque de la Ciudad, un gigantesco centro de convenciones arborizado donde se celebrará el evento.
- El debate equivocado -
Las autoridades calculan que el 60% de los asistentes se alojará en propiedades particulares. Los hoteles están "casi todos llenos", según Toni Santiago, presidente de la asociación hotelera de Pará.
Esa organización rechazó un pedido gubernamental para fijar precios que consideró irrisorios: "No ocurre en ningún gran evento del mundo, ¿por qué Belém tiene que ser la Cenicienta?".
Para reforzar la oferta, el gobierno gestionó dos cruceros privados que ofrecerán 6.000 camas, aunque a 20 kilómetros del evento.
Airbnb anunció días atrás que el promedio de precios cayó 22% desde febrero.
Pero en Airbnb, Booking y la plataforma oficial de alojamiento es difícil encontrar tarifas diarias cercanas a los 100 dólares, la cifra que la ONU demanda para delegaciones de bajos recursos.
Esta COP puede ser "la menos inclusiva de la historia", advirtió el Observatorio del Clima, preocupado por el hospedaje para la sociedad civil.
Su secretario lamenta que los precios hayan eclipsado lo que "verdaderamente interesa" en la COP: "Metas de emisiones, combustibles fósiles, financiamiento climático".
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